El domingo 22, tras pasar una entretenida noche de risas e interferencias varias; nos levantamos temprano y desayunamos en el Generator.
Posteriormente, tuvimos un día intenso junto a Eloy, nuestro guía gallego, que nos mostró lo más bonito de Dublín en un tour pasado por agua. Primero visitamos la antigua destilería más famosa de whisky. En su segundo lugar fuimos a la calle principal de Dublín, conocida como la calle O'Connell.
Después, llegamos al famoso Trinity College, con sus maravillosos edificios y alumnos.
Tras esto había una parada obligatoria: la tienda de souvenirs, donde hicimos competición para ver quien gastaba más de todos nosotros.
Desde allí, nos dirigimos a ver el emblemático monumento de Oscar Wilde, escritor tan querido por los irlandeses.
Tocamos la famosa estatua de Molly Malone y llegó la hora de comer. Visitamos el Temple Bar de día y comimos en uno de sus restaurantes.
Al terminar de comer, nos fuimos corriendo al aeropuerto, al cual, llegamos con retraso por "culpa del tráfico".
Finalmente, tras 4 horas de viaje, llegamos al pueblo, Killorglin, donde nos esperaban nuestras host families.
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